Con mi ayuda, iniciaremos una terapia en cuyo proceso pasaremos por analizar y contextualizar el miedo.
Helen Kepler
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El miedo es algo adaptativo que como otras emociones, nos ayudan, nos protegen y hacen que seamos cautos ante cualquier peligro que pueda aparecer.
Es normal que sintamos miedo ante una serpiente que viene hacia nosotros/as! no sabemos si nos atacará, pero por si acaso nuestro cerebro nos avisa, de que es un potencial peligro y por tanto
tenemos que sentir miedo para alejarnos de ella o protegernos.
Es crucial hacer hincapié que el peligro puede ser real o imaginario; por ejemplo esa serpiente de
la que hablamos es real! y nos hace sentir miedo; pero puede ocurrir que el peligro sea imaginario,
como por ejemplo miedo a volar en un avión, y ahí el cerebro no distingue si el peligro es real o
imaginario, y por tanto, la respuesta es la misma, una respuesta de miedo con sus respuestas
fisiológicas asociadas.
Esa respuesta de miedo, es adaptativa y automática, no es voluntaria. Como citábamos al principio, nos ayuda a evitar peligros y en definitiva a sobrevivir. La diferencia radica en que en
nuestra actualidad, no tenemos los mismos peligros que antaño pero la respuesta sigue siendo la
misma; aumenta la presión cardíaca, la respiración y el tono muscular, disminuye la temperatura
corporal, etc; respuestas fisiológicas que favorecen la huida y la defensa de las que hablaremos
más tarde.
Actualmente no vamos por la calle y encontramos un león que nos pueda atacar, ni tampoco a
serpientes letales que nos puedan atacar. Los peligros han cambiado y sí que son muchos de ellos
reales, pero también podemos llegar a tener miedos ante peligros imaginarios, activando esas
respuestas fisiológicas de la misma forma; activando la emoción sin una justificación de peligro
real.
Son muchas las partes del cerebro implicadas en esta respuesta de miedo autónoma, pero he aquí las más importantes:
En función del estímulo.
Como citábamos al principio, el miedo puede ser ante un peligro real (miedo real ante una amenaza que está ocurriendo, como una serpiente, donde se activan funciones fisiológicas para evitar la amenaza y huir) o ante un peligro imaginario o distorsionado (miedo irreal)donde no existe una amenaza, por ejemplo miedo a hablar en público.
En función de su carácter adaptativo.
El miedo puede ser normal (tiene un carácter adaptativo, alerta a la persona del peligro y dura poco) o patológico (cuando el carácter que tiene no es adaptativo, sino que se activa la respuesta de miedo aunque no haya peligro y su duración
puede llegar a ser indefinida).
En función de la afectación.
El miedo puede ser físico (temor a sufrir dolor físico-miedo al médico) o social (por ejemplo en situaciones en las que en un grupo pueda llegar a ser menospreciado o humillad).
Otros tipos pueden ser: miedo a la incertidumbre (miedo a lo desconocido y a lo que pasará; por eso mucha gente se mantiene anclada en lo que ya conoce), miedo al compromiso (acontece en las relaciones de pareja cuando uno de los miembros teme perder su libertad o ha vivido
previamente una relación amorosa y no quiere comprometerse de nuevo), miedo a la soledad (temor muy común dado que somos por naturaleza seres sociales que necesitamos contacto social) miedo a la muerte (resulta un miedo muy generalizado sobre todo cuando la persona se halla en una situación de peligro), miedo a salir a la calle, miedo a hablar con otra gente, a ir a espacios abiertos, etc.
“Las cosas a las que usted les tiene miedo son invencibles, no por su naturaleza, sino por la forma en que usted las ve”
Son muchos los miedos que podemos tener, y TODOS tenemos en mayor medida miedo; pero si éste está en la mente de la persona constantemente, si interfiere en nuestro día a día y no nos dejan realizar actividades que deseamos hacer…
Si nos paraliza nuestro día… es cuando no podemos dudarlo y pedir ayuda ya que necesitamos asistencia psicológica.
“He aceptado el miedo como parte de la vida, específicamente el miedo al cambio … He seguido adelante a pesar de los latidos en el corazón que dicen: retrocede”
Por otra parte, quisiera hablarte de otro tipo de miedo más intenso, el que denominamos fobia. La fobia es un miedo muy intenso ante estímulos que no tienen porque ser un peligro/amenaza o no lo son para la mayoría de la gente. Existe la explicación de que las fobias se generan mediante un trauma y estas hacen que evitemos exponernos a los verdaderos miedos que tenemos; aliviando así la intensidad de la emoción que nos provoca.
Si padecemos ese miedo irracional, nuestra respuesta fisiológica será como si se tratase de una amenaza (aunque en este caso no lo es) y por tanto reaccionaremos con taquicardia, sudoración, presión en el pecho, dolor de cabeza, etc (síntomas físicos).
También existirán síntomas cognitivos, como ese pensamiento alterado respecto a la situación que causa fobia y síntomas conductuales, como es escapar o evitar lo que nos causa esa fobia (el estímulo fóbico). Existen muchos tipos de fobia, citaré brevemente las más comunes: la claustrofobia (miedo muy intenso a encontrarnos en lugares cerrados), la fobia social (miedo irracional a interactuar con otras personas), la agorafobia (miedo extremo a espacios abiertos ligado en muchas ocasiones a ataques de pánico), aerofobia (miedo irracional a volar en avión), etc.
La inacción cultiva el miedo. La acción cultiva la confianza y el valor. Si usted quiere conquistar el miedo no se quede sentado en la casa pensando acerca sobre este. Salga y ocúpese” Dale Carnegie
Iniciaremos una terapia en cuyo proceso pasaremos por analizar y contextualizar el miedo.
Mediante diferentes técnicas a través de la exposición controlada, la relajación, y el cambio de creencias superaremos ese miedo o fobia que te genera tanto malestar.
La vida está para vivirla y sentirla, y a pesar de que siempre sentiremos miedo, sobretodo a lo desconocido y nuevo, nos perdemos muchas cosas si escapamos.
Al fin y al cabo, el miedo se alimenta evitándolo, apoyándonos en los demás para realizar aquello que tememos o escapando. Es por eso que lo más importante es la confrontación, por eso quiero ofrecerte mi mano para que juntos/as le hagamos frente y puedas por fin vivir sin miedo.
“Usted gana fuerza, valor y confianza con cada experiencia en la cual usted se detiene y mira al miedo en la cara. Ya que luego de esto usted es capaz de decirse a sí mismo: "He superado este terror. Ahora puedo enfrentarme a lo próximo que se me venga."
