Duelo

Cada persona afronta la pérdida de manera muy personal. No todas las personas pasan por todas las etapas de la misma forma, ni con la misma intensidad, ni siquiera en el mismo orden; ni todas las personas tienen el mismo proceso.

“Cuando se da una pérdida en nuestra vida es como si parte de nuestro mundo, un edificio dedicado a esa persona u objeto, cayese por completo, dejando sólo unos pocos escombros. El proceso de duelo es la reconstrucción de ese edificio”

Neimeyer

¡Contáctame!

¡Deja tus datos, y solicita información sin compromiso!

- Responsable: Laura Vázquez Mandianes
- Finalidad de la recogida y tratamiento de los datos personales: Gestionar la solicitud que realizas en este formulario y si, finalmente eres cliente, remitirte información sobre el estado del servicio contratado y comunicaciones sobre la empresa.
- Legitimación: Consentimiento del interesado.
- Destinatarios: Tus datos serán guardados en MailChimp, mi proveedor de email marketing que está acogido al acuerdo de seguridad de EU-US privacy, mi proveedor de email y hosting, y que también cumple con el RGPD.
- Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en lauravazquezmandianes@gmai.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.
- Información adicional: En nuestra Política de Privacidad, encontrarás información adicional sobre la recopilación y el uso de su información personal, incluida información sobre acceso, conservación, rectificación, eliminación, seguridad, y otros temas.

¿Qué es el duelo?

Por duelo entendemos a cualquier pérdida de objeto y/o persona a la que de alguna forma hayamos estado vinculados emocionalmente. Podemos vivenciar un proceso de duelo ante la
pérdida de un trabajo, de un objeto, una parte de nuestro cuerpo que pierde la movilidad, de
una pareja, y sin duda el más intenso por el impacto que causa en el ser humano; por la muerte
de un ser querido para nosotros/as.

La muerte o pérdida de un ser querido es un momento en la vida de cualquier ser humano que, a
pesar de que en cada persona se manifiesta de forma diferente, por lo general, nos deja abatidos y con el inicio de un proceso de adaptación emocional; un proceso de duelo cuyo fin es el de
restablecer el equilibrio mental y adaptarnos a la pérdida.

Entre los modelos que describen el proceso del duelo, no puedo obviar la célebre contribución de
la psiquiatra suiza, Elisabeth Kübler-Ross quien en su libro “On death and dying” (“Sobre la muerte
y el morir”) publicado en el 1969, describe por primera vez las cinco etapas del proceso del duelo.

Si bien es cierto, tiempo después puntualizó que no era tan lineal y rígido, que puede variar en
función de la persona; pero a grandes rasgos se han visto como las cinco etapas a las que refiere
la autora se suelen presentar ante cualquier proceso de adaptación a la pérdida.

“Todos pueden controlar un duelo excepto el que lo tiene”

William Shakespeare

Etapas del duelo

Las etapas que describe la psiquiatra Ross pasarían por las siguientes fases: la negación, la ira, la negociación, la depresión y finalmente la aceptación. Veamos cada una de ellas con más detenimiento.

Primera etapa, la negación:

Es muy frecuente que ocurra tras la pérdida, (y ni que decir si esta es inesperada).
En ocasiones acompañada de un embotamiento, un estado de shock que no nos permite procesar lo que está ocurriendo.
La negación no tiene porque ser tan clara, se puede referir a la negación de que se ha ido para siempre, en lugar del hecho en sí que se ha producido la pérdida.

Segunda etapa; la ira:

Tras un momento de negación, surge la impotencia de no haber hecho nada para evitarla. Aparece la necesidad de atribuir un culpable a la misma. La persona se sumerge en emociones de ira y enfado que hacen a esta fase una de las más complicadas. La ira es una emoción que surge en nuestro cerebro ante una amenaza. Es tal el impacto que causa la pérdida que lo interpreta como algo dañino para nosotros/as y por ende, responde con la ira. Los pensamientos recurrentes de que ocurren de por qué se ha producido la pérdida, las incesantes preguntas buscando la culpabilidad, todo contribuye a que esa rabia crezca.

Tercera etapa; la negociación:

En la que tras ese enfado aparece una sensación de intentar revertir la situación, de poder llegar a tener control en la misma. Aparece una negociación que se instaura un momento de querer volver atrás en el tiempo, de negociar con un ser divino para que la persona querida vuelva, de incluso plantearse un cambio en nuestra forma de ser para evitar que la persona que se ha alejado de nuestra vida, se vaya, etc.
También pueden aparecer los reproches por lo que uno debió de hacer o no para evitar esa pérdida.

Cuarta etapa; la depresión:

Cuando la persona ha aceptado que la pérdida se ha producido, que ya no hay vuelta atrás, asume que ya no está, le acechan sentimientos de profunda tristeza y desazón. También pueden ir acompañados de síntomas típicos de la depresión como sentimiento de vacío, aislamiento, intenso dolor, apatía, letargo... Emociones muy naturales cuando hemos perdido a un ser querido cuando ya miramos hacia el presente y nos percatamos de que la persona querida ya no está, ni volverá a estar y eso deja un gran vacío en nuestras vidas. En este momento necesitamos sacar fuera ese dolor.

Quinta etapa; la aceptación:

Tras las etapas de negación, ira, negociación y depresión llega finalmente la aceptación emocional de que se ha producido la pérdida y que ésta es irreversible. Se empieza a mirar al presente y se retoman la vida anterior con más calma, asumiendo lo sucedido y se acepta el hecho de que en nuestra vida ya no se encuentra el ser querido.

“No te avergüences de llorar; tienes derecho a llorar. Las lágrimas son sólo agua, las flores, los árboles y las frutas no pueden crecer sin agua. Pero también debe haber luz solar. Un corazón herido sanará en el tiempo y cuando lo hace, la memoria y el amor de nuestros perdidos serán sellados en nuestro interior para confortarnos.”

Biran Jacques

“Únicamente aquellos que evitan el amor, pueden evitar el dolor del duelo. Lo importante es crecer, a través del duelo, y seguir permaneciendo vulnerables al amor”.
John Branter

Normalmente, todos pasamos por un proceso de duelo que como comentábamos anteriormente, difiere mucho de una persona a otra, pero a veces, nos quedamos estancados en alguna fase y no somos capaces de elaborarla adecuadamente dificultando así, la aceptación de la pérdida.
Se trata de elaborar adecuadamente el proceso para que, sin olvidarnos de la persona, podamos volver a tener proyectos y nuevas relaciones con vínculos afectivos.

Dónde comprenderemos que es posible vivir con la pérdida, sin olvidarnos de ella, pero con una aceptación, con una calma; sabiendo que es parte de la vida y que la expresión a todos los niveles de lo que sentimos, así como de realizar rituales de despedida, es fundamental para seguir adelante con el proceso de duelo natural.

Si llevas mucho tiempo con síntomas tras esa pérdida; muchos meses han pasado y sigues sin poder adaptarte a la vida que tenías sin esa persona, lo que te repercute e interfiere en tu día a día; probablemente el duelo no se haya elaborado bien y éste sea patológico y te esté generando un gran malestar.

También pudiese ocurrir, que tras un tiempo, el dolor vuelve a surgir, produciéndose un duelo retrasado en el tiempo por no haber experimentado en el momento de la pérdida todo lo que en
aquel momento tenía que sentir o transitar.

Te acompañaré en el proceso para que juntos/as podamos elaborar un duelo natural. Te contendré en todo momento para que puedas transitar todo lo que necesitas para que todo ese dolor que estás sintiendo, se calme y se apacigüe. Déjame ayudarte a despedirte, a dejarla ir…pero sintiéndola siempre, porque es vivir con esa pérdida. Viviendo con esa pérdida tan amada, pero con una aceptación emocional de que ya
no está.

 

“El duelo puede ser una carga, pero también un ancla. Te acostumbras a su peso, cómo te mantiene en su lugar”

Sarah Dessen

Opiniones: ¿Qué dicen algunos pacientes?

+ 0
AÑOS DE EXPERIENCIA
+ 0
PACIENTES
0 %
IMPLICACIÓN