Dependencia emocinal

Con mi ayuda, iniciaremos una terapia con tu propio espacio y tiempo cuyo inicio versa en la aceptación y reconocimiento de lo que está sucediendo, de que tenemos esa dependencia emocional que nos lastra y nos genera tanto sufrimiento. Se puede dejar de tener dependencia emocional. Estoy aquí contigo y te acompañaré en tu camino.

“Nos hicieron pensar que una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, era lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene un nombre “anulación”. Que solo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable”.

John Lennon

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¿Qué es la dependencia emocional?

El psicólogo Walter Riso en su libro “Desapegarse sin anestesia” define el apego afectivo (la dependencia emocional) como “una vinculación mental y emocional (generalmente obsesiva) a ciertas personas, originada en la creencia irracional de que ese vínculo proveerá de manera única y permanente, placer, seguridad o autorrealización. Léase bien: “permanente” (indestructible, eterno, inmodificable, arraigado). En consecuencia, la persona apegada estará convencida de que sin esa relación estrecha sentimental (adherente o dependiente)”.

La dependencia emocional no está considerada como una patología, ya que no aparece en ningún manual de diagnóstico como el CIE-10 o el DSM-IV ni mucho menos es un problema crónico, ya que sin duda es algo que se puede cambiar.

Las personas que tienen dependencia emocional en las relaciones, pueden presentar entre otros, los siguientes patrones:

¿Cómo surge la dependencia emocional?

Son varias las causas que subyacen a que una persona llegue a desarrollar dependencia emocional.

Un apego inseguro en la niñez con padres con vínculos distantes y fluctuantes emocionalmente hablando, puede engendrar en el niño una estructura no sólida, con miedos e inseguridades. Esto puede conllevar a que ese niño establezca sus relaciones sociales basadas en ese mismo patrón de inestabilidad, inseguridad y miedo, pilares que sustentan la dependencia emocional.

La baja autoestima, sin duda en mi opinión, es el factor clave que subyace a este problema.

Buscamos en el otro/a esa estima y reconocimiento que no tenemos en nosotros mismos/as; buscamos en el otro cubrir ese vacío que sentimos en nosotros/as mismos/as, haciendo que nuestra felicidad dependa del otro/a.

Otra causa de la dependencia emocional pudiera ser determinados tipos de personalidad y/o trastornos que derivan en ese apego afectivo arriba mencionado.

También quisiera hacer hincapié en que tenemos a nuestro alrededor medios de comunicación como películas, libros, música que envían un mensaje erróneo de lo que es amor, confundiéndole con apego. “Sin ti no soy nada”, etc. Lo que pudiera generar una idea errónea de lo que es el
verdadero amor. Porque sin duda éste empieza con uno mismo/a.
Veamos una muestra de ello.

Imagínate dos vasos de agua que están llenos. Ahora piensa que tus necesidades son esa agua que contiene el vaso, ¿Qué ocurriría si vertemos la mitad de uno de los vasos llenos en el otro vaso
que también está lleno? Se desborda verdad? Pues he ahí lo que nos ocurre a los seres humanos cuando nos hacemos cargo de las necesidades del otro. Nos desbordamos con el agua, porque ya tenemos en nuestro vaso, todo el líquido a rebosa.

Con esta metáfora quería dar a entender la importancia de no hacer que el otro soporte mis necesidades, ni que nuestra felicidad dependa de otra persona. En definitiva ser independiente emocionalmente del otro. Al fin y al cabo, nunca somos dos mitades sino que somos seres enteros
cuyas necesidades solo nosotros/as mismos/as podemos satisfacer.

¿Qué podemos hacer? ¿Cómo lograr despegarnos de esa dependencia emocional?

Quisiera compartir contigo un extracto de una carta de un adolescente extraído de La Guía práctica para vencer la dependencia emocional de Walter Riso; donde me parece excelente la forma en la que el joven nos expresa lo que significa para él el desapego y como se lo hace saber
a su pareja:

“Si estás a mi lado, me encanta, lo disfruto, me alegra, me exalta espíritu; pero si no estás, aunque la resienta y me hagas falta, puedo seguir adelante. Igual puedo disfrutar de una mañana de sol, mi plato preferido sigue siendo apetecible, no dejo de estudiar, mi vocación sigue en pie y mis amigos me siguen atrayendo. Es verdad que algo me falta, que hay algo de intranquilidad en mí, que te extraño, pero sigo, sigo y sigo. Me entristece, pero no me deprimo. Puedo continuar haciéndome cargo de mí mismo, pese a tu ausencia. Te amo, sabes que no te miento, pero esto no implica que no sea capaz de sobrevivir sin ti. He aprendido que el desapego es independencia y ese es mi propuesta… No más actitudes posesivas y dominantes…sin faltar a nuestros principios, amémonos en libertad y sin miedo a ser lo que somos”.

El desapego no tiene medias tintas, no tiene diferentes grados. Hay que dejar ir… La liberación de la dependencia emocional y no hacer responsable al otro/a de la felicidad propia es y será, la mayor fortuna que alguien puede tener. Supone sacar de nuestra mochila de vida un gran peso y hacer el camino mucho más liviano.

Es un proceso, no es de un día para otro, lleva un tiempo pero es clave para poder tener relaciones sanas y duraderas de cualquier índole.

“Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorrespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente”.W.Riso

Muchas personas no saben que tienen dependencia emocional, y en su defecto acuden a un psicólogo/a por otras razones que disfrazan el verdadero problema. No es tan fácil de identificar y por ende se necesita de ayuda profesional para su consecución.

Con mi ayuda, iniciaremos una terapia con tu propio espacio y tiempo cuyo inicio versa en la aceptación y reconocimiento de lo que está sucediendo, de que tenemos esa dependencia
emocional que nos lastra y nos genera tanto sufrimiento. Se puede dejar de tener dependencia emocional. Estoy aquí contigo y te acompañaré en tu camino.

Juntos/as buscaremos cuáles son las causas que subyacen a ese apego afectivo.

Identificaremos esas creencias disfuncionales que te tienen prisionero/a en la cárcel de la dependencia emocional. Fortaleceremos esa autoestima y confianza para que no tengas que buscar en el otro/a cubrir ese vacío que sientes. Es un proceso con mucha carga emocional, pero siempre te
acompañaré en el camino y siempre podrás contar conmigo.

“Acabarás siendo ese vaso lleno de agua,
sin necesidad alguna de vaciarlo ni llenarlo.
Porque estarás pleno/a”

Opiniones: ¿Qué dicen algunos pacientes?

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